viernes, 5 de noviembre de 2010

pagina 4

-¿Puedes hablar?- pregunte extrañado.

-Pues, ¡sí!- contestó y abrí la boca para replicar, pero el alzó su gran zarpa para pedir palabra- No podía hablar hasta que no estuviera completo, eso contestara a tu futura pregunta. Bien, hay cosas que me gustaría decirte In lak Ech…-

-¿Por qué me llamas is lak ech? ¿Qué significa eso?- lo mire extrañado y dije en broma - ¿No será un insulto?¡hum! A propósito ¿Cómo te llamas tú?, ¿Qué tanto sabes de mí?-.

-¡Por favor no me interrumpas con tu insensatez! Cada persona tiene un primer nombre, me enorgullezco al menos de acordarme del tuyo In Lak Ech; al menos memorízate tu verdadero nombre. Soy Cogitatus y si de ti tanto se, es porque no es la primera vez que pasas por aquí. Una visita para cerrarlo y otra para abrirlo, en este caso - Ondeo su melena en señal de que le resultaba divertido, y rió dejando ver todos sus colmillos -¡Jajaja! Es irónico las vueltas que da el tiempo para las almas, aunque esta vez no has muerto. Aunque lo intente yo. ¡Bien! Como habrás comprobado no me gustan mucho las visitas inesperadas. -dijo y girando en redondo empezó a arrastrar el ovillo- así permíteme que te acompañe hasta tu siguiente destino, ¿sabrás que la puerta estará abierta tanto de salida como de entrada? Si la abres lo de dentro estarán desprotegidos-.

-¡Lo se! Lo que no sabía es que la cerré, ¿Por qué?-le pregunté.

-Ironías de las almas- me respondió- Solo querías protegerlos a todos, como siempre-.

-Entonces, ¿él es el malo?-.

-¡No!, pero tampoco es bondad- dijo Cogitatus – Simplemente crea y destruye. Esta en su ser, es simplemente uno de muchos-

-¿Los humanos se merecen la salvación? –dije, formulando así la pregunta que mas daño me hacia desde hace mucho tiempo.

Cogitatus se detuvo. Me miro detenidamente, parecía que quería escoger bien sus palabras y por fin hablo: “Eso depende de la visión de la cual el sabio este observando en ese punto. Ya depende si quieres salvarlos o no, pero cada existencia siempre merece una oportunidad de vivir” y seguimos avanzado hasta una pared sin decir nada.

Cuando nos acercamos, Cogitatus arrojo el ovillo que estaba arrastrando hacia la pared. El ovillo rodo. Cuando fue a chocar, desapareció y en su lugar apareció un puerta triangular de madera pintada de verde, con 3 pomos en cada uno de los lados.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Pagina 3

Llegué al borde del improvisado islote y lo escale como pude. Ante mi se alzó la majestuosidad de un león enorme; fijándome en detalles, parecía que jugaba con un ovillo de llana entre sus dos grandes y hermosas zarpas.

Me arrodille ante el león y por instinto toque el ovillo, el cual emitió un destello de luz, que me deslumbro y me hizo caer. Me incorpore un poco tapándome la cara con la mano, con la mirada perdida por culpa de la luz cegadora. Cuando conseguí recuperar algo de mi visión, observe que ya no había ovillo, sino que en su lugar había una esfera transparente con una letra en su interior, ”Vîtae”.

“¿Vîtae?” Otra vez estas palabras absurdas, pero esta si que me sonaba, significaba vida en latín. Volví a tocar la esfera esperando que volviera a suceder algo, nada sucedió.

-¡Joder!- repliqué – Si es que hasta se pasan con los acertijos raros-.

Estuve largo rato pensando en el significado de las dos habitaciones en las que he estado.” La sangre trae muerte y liberación, ¡hum! ¿Y la vida trae sangre?, pero que coño…- y emití un largo y apático suspiro. Por más que intentaba buscar una solución no encontraba una respuesta coherente. De pronto lo comprendí era muy fácil. “Si la perdida de sangre provoca la muerte, entonces la posesión de sangre trae vida. Es decir, la sangre es vida”.

-¡Bien!- chillé – ¿Entonces para resolver esto? ¡Hum! Yo estoy vivo, ya que poseo sangre dentro de mí.- en esas me percate del león y dije- tu no tienes sangre, ¿verdad?- y cogí entre mis manos un poco del lago de sangre y se lo eche por encima. En cuanto la sangre rozó la estatua, esta absorbió cada gota, ”¡Jejeje! Solución” pensé ”¿Como podría tirar un león de mármol a un lago de sangre?”. Con una mirada perspicaz miré al león y al lago -¡Que remedio!- y me arroje.

Buceé durante unos minutos y vi, que la base de mármol, estaba a flote gracias a una columna de cristal. Casi sin pensarlo salí y le arranque la cola al león -¡Gracias amigo!- le dije a modo de disculpa- Bueno el deber me llama- y me arroje de nuevo, esta vez destrozaría esa columna.

Mire fijamente la columna y luego a la cola de mi amigo mutilada, ”¡Esta vez caerás!” dije en mis pensamientos, y cogiendo la cola por su parte mas gruesa, lo golpee hasta que se hizo añicos.

En el momento en que el león entro en contacto con el lago, empezó a disminuir, hasta que quedo completamente vacío. ¡Groar! Gruño el león, que se desplazó hacia mí amenazante, ¿era de verdad?. ¡Groar! volvió a gruñir y lo amenace con su cola -¡Atrás!-, pero el león no atendió a mis exigencias como la luz de esta sala y saltó para atacarme, lo esquive saltando a la izquierda. Alcé la vista, lo justo para ver como el león se preparaba de nuevo para el ataque, esta vez rodé por el suelo, le pegue con su propia cola, el león cayó quejándose por el impacto recibido y miró con cara de furia. Volví a alzar su cola contra el, -¿¡Por qué me atacas!?- le dije; me miró y gruño mas enfadado que antes. Esta vez me mando un zarpazo, que esquive saltando hacia atrás, pero en medio del aire, el león saltó justo tras de mí. “¡Que velocidad!” me abrió sus fauces entre mi cara, estaba a punto de morir, así que le metí su cola en la boca.

Caí al suelo. No estaba muerto, ¿Que había pasado?, me incorpore y vi que el león volvía a tener la cola, esto cada vez era mas absurdo,- ¿Así que solo querías tu cola? ¡Habérmelo dicho hombre!- dije.

-¡Supongo que sabrás que no soy un hombre, ¿verdad?- respondió el león, frente a mí sorpresa solo salió una palabra -¿ah?-.



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miércoles, 3 de noviembre de 2010

Pagina 2

Cada segundo que pasaba me llenaba de una sensación de éxtasis extrema, sentía que mi sangre me hervía y el sudor invadió mi cuerpo. En mi cabeza solo rondaba el pensamiento de salir de allí. Yo jamás tuve problemas de claustrofobia, ¿Qué me estaba pasando? Volví a mirar detenidamente los lienzos uno por uno, ¿Acabaría yo como su protagonista? “¡No!” Pensé y me arroje casi involuntariamente contra el lienzo que estaba mirando.

-¡Ay!- grite sin pudor, cuando surgió de la palma de mi mano una hebra de sangre. Me había cortado tocando el lienzo por la pintura, el corte era profundo.

-¿Cómo es posible que yo sangre…- algo llamo mi atención en el momento que pronunciaba la pregunta, “¡era mi sangre!”. La sangre que salía de mi cuerpo no caía al suelo, sino que se dirigía hacia la lámpara del techo. Mientras más sangre obtenía, mas se tornaba de rojo el cristal, entonces corrí hacia el lienzo del hombre que sonreía entre las delicadas manos e apoye mis manos en el. El corte que sufrí fue seguido de un gran dolor.

-¡Jajaja! Como esto siga así moriré desangrado- dije como un chiste – No tengo ni idea de lo que hago, pero estoy seguro de que funcionara- Y fue entonces casi como escuchando mis palabras cuando cayó el cristal rojo al centro de la habitación, rápidamente salté para evitar hacerme daño.

Sin embargo, donde debería haber una lámpara destrozada por la caída, había una abertura en el centro de la habitación. En esta salida había escrito dos frases en un marco circunferencial, separando cada una de las frases un ovillo de hilo de lana de color dorado. “Mors ultima línea rerum est”en la parte superior y justo en la parte inferior ponía “Militia est vita hominis terram”, no entendí estas palabras, pero suponía que mientras mas cerca estuviera de mi objetivo mas difícil sería.

Lo primero que hice fue revisar mis manos, las heridas eran muy profundas, así que cortando unos jirones, me hice una venda improvisada para hacer presión en la herida.

Una vez recupere un poco el aliento me dispuse a revisar bien la abertura sangrienta que acababa de abrir. Era como una especie de tubo cóncavo y en su interior solo se veía oscuridad.

-¡Que remedio! – dije autocompadeciendome – ¡A bajar se a dicho!- y me deslice cuidadosamente apoyando el pie izquierdo primero. De pronto resbalé. Estaba cayendo a una velocidad vertiginosa atravesando una oscuridad impenetrable, salvo por los pequeños haz de luces, que aparecían de vez en cuando.

Pronto todo termino y sentí una sacudida en mi estomago que me indicaba que estaba cayendo. Aterricé en agua o eso creía yo, hasta que sin querer trague un poco, “¡Sangre!”.

Saque mi cabeza fuera para poder respirar.

- ¡Es que no tienen imaginación por aquí! Parece que utilizan la sangre para todo, encima no veo nada - ¡puff! Suspiré buscando algún lugar que ver, pero la oscuridad era inescrutable.

- ¡Aparece de una vez luz de mierda! –grité, y para mi sorpresa se hizo la luz, la estancia se ilumino. Aun con la sorpresa encima dije:- ¡Así me gusta!- y sonreí.

Empecé a mirar a mi alrededor, era una estancia parecida a la anterior, pero esta era mucho más grande y la luz provenía de todas las paredes que brillaban de un color plateado. Seguí mirando y contemple que una parte estaba a flote, en ella había una especie de cuadrado tallado en mármol, en el cual se vislumbraba un león en su cúspide. A lo pronto me traslade allí que era mejor que estar nadando en un lago de sangre.


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martes, 2 de noviembre de 2010

Sin actualizar

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El libro sin nombre, del prólogo a pagina...

(Actualizada 03/nov/2010)
Prólogo
Pagina 1
Pagina 2
Pagina 3(Nueva)

Todo comenzó aquí

El pasillo estaba completamente oscuro, cada segundo sentía un algo que palpaba mi cuerpo y aunque en la distancia solo existía el negro este lugar me daba mala impresión. Al fin vi el reflejo de luz que buscaba, estaba allí frente a mí como la esperanza, que alegoría de mis pensamientos.

Me dirigió aquella ansiedad de mi cabeza hacia la luz, ¿que habría mas allá?, supongo que sería peor el lugar del que yo vine.

-¡Tengo ordenes!- decía para mí mismo, supongo que para darme ánimos.

Ya por fin atravesé la luz y aparecí en una sala redonda, iluminada por una gran lámpara de techo de cristal. En las paredes estaban pintados unos lienzos, en los cuales se narraba algún tipo de historia, separados de una columna a otra. Desconocía el significado de esta sala la puerta por la que vine se cerro en medio de mis pensamientos, ahogando mi posible retirada. La habitación quería que yo estuviera ahí y que conociera algo que a mi se me escapaba.

Lo primero que hice fue comprobar las columnas, no recuerdo el tiempo que había sabido de ellas, sin embargo su formas acanaladas me decían que eran griegas y muy antiguas, estuve mucho tiempo buscando entre cada una la posibilidad de localizar algún posible interruptor, algo diferente, pero no haye nada.

Observé detenidamente los lienzos, estaban divididos en cuatro partes, tres cuadros a la izquierda y uno a la derecha con un retoque de columnas en el cual se enrollaba una única serpiente, que divida cada sección y que en cada cuadro era de un color diferente. Mire detenidamente cada una de las pinturas, resulto ser la historia de un hombre que atravesaba un prado perseguido por unas sombras oscuras. Este pedía desesperadamente ayuda en cada una de las casas que se iba encontrando, lo mas apreciable es que ese hombre tenía cara de terror cada vez, que se arrastraba frente a las puertas, pero por lo que aprecié, las personas se retiraban o simplemente no abrían la puerta al extraño. Fue entonces cuando considere el penúltimo cuadro e aprecie un cambió significativo. El hombre sonreía y una mujer de rubios cabellos le dejo entrar a su casa; en el siguiente, cuando estuvo dentro, parece que todo se torno de sangre y las sombras salían de la mujer. Busque con la mirada el último, la cara del hombre se torno de miedo, sin embargo una sonrisa surgió en las otras secciones del cuadro. Una sonrisa entre unas manos delicadas mientras su cara se tornaba de rojo.

-¡Así otra vez me encuentro encerrado de nuevo! Esto no tiene nada de divertido, no se si esta habitación dispone de aire y me da la sensación de que cada vez me estoy quedando sin fuerza-dije para mí mismo y pensé: "Esta habitación me quita las ganas de vivir, tengo que resolver este enigma". Y así estuve mucho rato, recapacitando sobre esta historia, pensando: ¿Qué quería decirme la habitación?.




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